Entonces los abrazos, entonces los besos, entonces las risas y los llantos; entonces el desaparecer de la gente, entonces el mirarlo a lo lejos y sonreΓr, entonces el recibir esa sonrisa de regreso y entonces perder el alimento.
Entonces la vida, esa ligereza, esa paz y calma que da el saber; entonces despertar por culpa que unos brazos que te buscan en la oscuridad y te abrazan, que te aprietan y te hacen sentir en casa; entonces las miradas conectadas y las sonrisas de la nada, sin saber el porquΓ© pero comprendiΓ©ndolo todo.
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