Despierto en la madrugada, te observo mientras estΓ‘s dormido; miro tu silueta dibujada en la sΓ‘bana blanca, cada curva, cada pliegue que te cubre. No puedo evitar pensar que soy muy feliz sintiΓ©ndome en tus brazos, no puedo evitar sentir que al fin te he encontrado. Miro tu ropa en el suelo, miro los estragos de nuestra pasiΓ³n, huelo los huecos en las palmas de mis manos, tu aroma en ellas, me haces suspirar y tΓΊ ni cuenta te das.
Duerme tranquilo, que al salir el sol, nos espera un dΓa incierto; ¿EstarΓ‘s para mΓ? No lo sΓ©, ¿EstarΓ© ti? SΓ, pero no te lo dirΓ©; peligroso es saberte enamorado y mΓ‘s peligroso es expresarlo. Por eso sΓgueme mirando con esos ojos color miel que tienes, sigue pensando que soy ajeno a tu encanto, sigue creyendo que, sΓ³lo eres para un rato.
Me quedo contigo, con tu sonrisa, con tu tristeza y con toda esa franqueza que te llena el alma de una extraordinaria belleza; me quedo contigo, para seguirte a donde vayas, para apoyarte y para confortarte en las noches que cansancio.
Estoy despierto en plena madrugada, te observo dormido, repaso el dΓa reciΓ©n vivido; a tu lado todo es tan tranquilo, como pasear de la mano, por un lugar en silencio, en un mundo sin peligro.
Me quedo contigo, si me das a elegir entre tΓΊ y mis ideas, me quedo sin ellas, pues tΓΊ por mucho a todas Γ©stas las superas; me quedo contigo, aunque no me lo preguntes, aunque no me lo creas, aunque maΓ±ana, lo nuestro se me muera.
No hay comentarios:
Publicar un comentario