Trágico

...

Me aleje de mi estrella; pensé que ella me entrañaría. Regresé y ella me recibió, me contó lo que quería escuchar, pero me pregunté ¿Por qué no acudió?

Volví a su luz y paz, a sus abrazos y su calor; después, una tarde, ella me miró distinto, dudo de mí y yo quise saber porqué; no me dio razón y me dejó vagando en dudas y pensando, pensando que quizá yo era lo equivocado.

Mi paz se torno en tormenta y en ella, yo me hundía, pedía a mi estrella una razón, pero ella no respondía, solo me negaba la verdad, algo que yo necesitaba para volver a la orilla.

Me di cuenta que, mi estrella no era mi cómplice, que mi amor no era del todo recíproco, quizá, porque yo habría dispersado las nubes que ella tuviera, para poderla ver en su esplendor y que nada la opacara.

Yo en medio de caos y tempestad, me ahogaba, decidí apartarme de su luz tintineante, esa luz que alguna vez me lleno los ojos de alegría e ilusión.

Nunca la conocí bien, ni ella a mí, me doy cuenta hoy que estoy en la oscuridad buscando una orilla a la cual aferrarme; jamás supe que apesadumbraba su brillo, que hacia doler sus noches, no sabía que planes, no sabía sus miedos para poder ahuyentarlos, no sabía muchas cosas y ella de mí, bueno, creo que tampoco.

Fui un espectador y ella una compartidora de noches increíbles, bellas tardes y mañanas fugaces.

Jamás entramos en uno en el otro y jamás supimos como nuestras almas vibraban juntas; ahora lo entiendo, ahora que no hay marcha atrás, ahora que vago en un mar oscuro.

Pero sé que pronto veré tierra y volveré a caminar.

Escuché un rumor en el viento, que clamaba a mi partida, que me decía: "solo buscaste una excusa para irte"; bueno, si ese rumor viene de ella, ella no me dio un motivo para quedarme.

Solo buscaba su verdad, su complicidad y que su luz fuera para alumbrarme el camino y no luz que me ocultara peligros que hicieran mella en nuestra historia.

Como las estrellas que siguen a los viajeros en el firmamento, espere que ella me guiara, pero desapareció, su amor no era suficiente o quizá ya no importaba.

Creo que ya no importa, lo que yo crea o deje de hacer, ella se perdió en el basto cielo y yo en la amplia tierra; mundos distintos que no se alinean y que difícilmente se unen.

Se acabó.