He escuchado cada historia que habla de ti, he visto cada escena, he presenciado cada drama a tu alrededor; estoy cansado, he bailado alrededor de ti por muchos años, he visto como miras otros ojos, he visto como acaricias otras caras y yo que he estado bailando alrededor de ti, ni siquiera mi perfume has detectado.
He visto como sonríes a otras sonrisas, he visto como lloras por otros ojos, he visto como la tristeza te envuelve por no tener la alegría de otra persona; has cantado, has bailado también, te has quedado sin palabras cuando no sueles ser callado, has gritado y has dicho en susurros otros nombres, menos el mío.
Todo éste tiempo observándote, me ha hecho tenerte miedo, pero a la vez, me llena el corazón de anhelo: quiero tenerte, quiero que me mires y que sonrías como lo haces a los demás; quiero que tomes mi rostro y me beses; quiero que me sorprendas con detalles y que hagas por mí lo que veo que haces por los demás.
Cada vez que creo que miras a mi dirección, hago todo por parecer paciente y me quedo quieto, dejo de bailar para no ahuyentarte, arreglo mi cabello, seco mis lágrimas, permanezco inmóvil, pero solamente pasas de largo, estiras tus brazos para alcanzar los de otro y yo, cansado, con los ojos llenos de tristeza, comienzo de nuevo a bailar, diciéndome “pronto será mi turno, pronto me vera y sentiré todo su afecto”.
No sé si me estoy mintiendo, no sé si en verdad quiero tenerte, porque he visto lo que son capaces de hacer por ti, he visto como vuelves locas a las personas, he visto como permaneces a lado de ellos por años y de la noche a la mañana, simplemente te vas, simplemente los abandonas y dejas atrás caos y desesperación, dejas dolor e impotencia; los dejas preguntándose qué hicieron mal, los dejas pensando en que no fueron dignos de ti, los dejas con el corazón roto, los dejas viviendo del pasado.
Pero teniendo el corazón roto, teniendo conciencia del dolor que puede dejar tu compañía, aun así la quiero, aun así quiero que toques a mi puerta, quiero escucharte decir mi nombre, quiero saber el tuyo y repetirlo hasta que pierda sentido.
He bailado alrededor de ti por muchos años y aún sigo esperando que algún día, extiendas tu mano, sigo esperando que me elijas, sigo esperando, seguiré esperando, esperaré.
By Sergio Estrada
